A Vela Circo

En los tiempos de la Vela, dos seres extraños zarparon sin retorno para evitar que la memoria se hunda en el océano. Ana, procedente de tierras bonaerenses y Santiago oriundo (autóctono, originario, natural) de la ciudad olívica no tuvieron mejor idea que sumergirse en esta nueva aventura que les llevará a lugares inesperados.

Una nueva compañía de circo con identidad, a veces poética como una puesta de sol en la inmensidad del mar y otras veces muy absurda casi para poder viajar desde el humor a nuestra realidad. Sin importar las consecuencias, flotando en el caos y sobreviviendo gracias a la locura de nuestros tiempos.

La primer barca que llego a un buen puerto, después de remar a la deriva sin perder las esperanzas pero con bastantes turbulencias debido a un mar herido por el 2020, fue A Corda, el primer espectáculo de la compañía.

Comprendiendo que la locura, lo cura, comenzamos a ver la luz del siguiente show de la compañía, El Último, el más sentidiño, que todavía se está gestando en mar abierto con ganas de arribar para julio 2023.

A Vela Circo
Ana Cuervas

Ana Cuervas

Proveniente de una tierra que sigue luchando por respirar unos Buenos Aires, decidió partir en busca de nuevos horizontes. Saltando el charco con 24 años y con muchas ganas de viajar llegó a Bilbao, descubriendo que todo lo aprendido en las escuelas de circo de su ciudad natal le abriría una gran puerta a lo que había soñado alguna vez: ser artista de circo (y vivir de ello).

Gracias a las enseñanzas de sus mejores maestros en Buenos Aires como Marcelo Gómez, Laura Sabán, Juana Beltrán, Alan Lerch… descubrió su disciplina, su filosofía de vida: las verticales, equilibrios sobre manos, en alturas. También aprendió junto a Mariano Pujal y Martin Carela el mundo de las acrobacias portés. En el clown se bautizo con Lila Monti y trabajo mucho años recibiendo formación con Walter Velázquez.

Su formación siguió creciendo en el circo contemporáneo gracias a proyectos transfronterizos entre Euskadi, Catalunya y Francia. Recibiendo formación durante tres años de artistas como Rob Tanyen, Pascal Angelier, Enric Petit, Marcal Calvet, Ignacio Herrero, Pau Portabella y Marta Torrens. Independientemente seguía navegando el viaje del clown y el teatro físico recibiendo monográficos con Jesús Jara, José Pirs y a su vez descubriendo la danza de la mano de Begoña Crego, Victoria Mujica y Amaia Pascual.

Trabajando más de 15 años en la docencia impartiendo clases de circo integral en la asociación de circo Koblakari, Zirkozaurre en Bilbao, Circonove en Galicia como monográficos de verticales hasta el día de hoy.

En los últimos años creó Rojo Telón dándole la importancia a las mujeres de hoy en el circo, enraizada entre País Vasco y Galicia.

Actualmente forma la compañía A Vela un proyecto de circo revolucionario disfrutando del absurdo y el caos de nuestros tiempos.

Santiago Montero

Santiago Montero

Tomando como punto de partida el puerto de Vigo y la asociación de artistas de circo Malandraxe, Santiago Montero decide viajar para ampliar su formación como artista. Su primera parada le lleva a encontrarse en Porto con Ville Walo, un artista circense que le cambia la percepción de lo que puede ser lanzar un objeto al aire. Sin saberlo germina en él un espíritu de investigación en el malabar.

La siguiente parada le lleva a conocer a Stefan Sing en Atenas. En un breve tiempo transforma su espíritu y se convierte en un buscador del juego y la diversión en escena a través de los malabares. Esto le lleva a regresar a Galicia, pero esta vez decide ir a Santiago de Compostela a participar del proyecto de escuela de Circonove y es en ese momento donde se encuentra con la danza contemporánea. En esta etapa recibe formación de danza de numerosos bailarines que pasan por Circonove, pero aquí solo mencionaremos a una: Nuria Sotelo, quien le enseña bases de danza contemporánea y él se queda totalmente alucinado al ver la cantidad de posibilidades que se abren al poder fusionar la danza con el malabar y así adquiere un enfoque innovador en el trabajo del movimiento y la manipulación de objetos.

Esta nueva etapa le lleva a enfrascarse durante años e intenta desapegarse tomando distancia de lo aprendido para crear un fuerte estilo propio. Este desapego le lleva a la cuerda floja, comenzando así a jugar con los equilibrios. Los monociclos y la escalera de equilibrio son sun nuevos acompañantes de viaje que le llevan a Marsella donde reafirma su amor por el desequilibrio y se sumerge en la acrobacia excéntrica.

Entre tropezones, golpes y caídas llega a la escuela de circo Oreka para conocer a Ramón su mentor en slapstik . Tras algún que otro golpe acaba en Bilbao en un laboratorio de investigación circense donde conoce a Pau Portabella que es la persona que le ayuda a tomar perspectiva y reforzar esa visión del juego y la investigación.

Creador de la compañía Circo escarranchado y Cair circo, un referente del circo en Galicia, mantiene una prolífica actividad circense con la compañía PistaCatro con Orquesta de malabares y Drop; y por fin regresa a puerto con la innovadora A Vela Circo y su nuevo espectáculo El último que apague la luz.